Mi nombre es Fernanda Gómez Murillas, tengo 35 años y nací en Fiske Menuco. Empecé a estudiar danza por insistencia y allí estaba el I.N.S.A. (actual IUPA), lugar que posteriormente se volvió mi espacio laboral. Allí me desempeño como docente en el área de Danza Contemporánea, Historia de la Danza y Experimentación e investigación en Danza.
La Danza Clásica y la Danza Contemporánea fueron mis primeras maestras, y terminé la carrera en 2006 con la convicción de que en ese “la” encontraría todo lo que la contiene. Recibida y en los intentos de ser docente, mientras seguía buscando, me encontré haciendo docencia en un territorio que alberga una comunidad en pleno crecimiento. Con una Danza Clásica ya en los recuerdos, mi danza en dialogo con las danzas de los otros acrecentó el interés por mirar mi territorio y comprender la matriz de las danzas habitantes. Junto a estudiantes, comenzamos a entrevistar artistas locales, a recopilar, preguntar y analizar documentación sobre algunos hechos escénicos pasados. Esto nos permitió generar algunos conversatorios que habilitaron el dialogo entre fuentes documentales y no documentales. Mucha de la documentación se encuentra en proceso de organización, a la espera de que puedan compartirse prontamente con la comunidad.
A partir del 2016 comencé a viajar a Buenos Aires para la realización de la Especialización en tendencias contemporáneas de la danza en la UNA, del mismo modo transité la Licenciatura en enseñanza artística universitariabrindada por el IUPA. Ambas formaciones están en su proceso final. Como emergente de esos procesos llega Memoria, en sus distintas versiones: Memoria de pueblo y Vos y mi memoria. En mi forma de concebir a la danza, aparece el tango, el folklore, el paisaje, las voces de los músicos locales, mis maestras (quienes también son las intérpretes) y las memorias de pueblo que brotan en imágenes. Memoria es una obra de danza que juega con un entramado de historias compartidas, material que se vuelve soporte para la creación y emergencia de formas artísticas efímeras y ficcionales. Estas memorias imprimen y aportan nuevos significados a lo dado allí materialmente. Las obras pretenden recuperar algo de aquellos sucesos pasados e intangibles, al volverse un espacio posible donde leer el tiempo transcurrido. Esta relación material-inmaterial se muestra como un puente posible de trazar entre nuestra historia particular y nuestra historia cultural, porque mezclándose o superponiéndose a partir de memorias o recuerdos, permite que el pasado inscripto en sus construcciones pueda volverse, de algún modo, presente o evocable. Memorándum es el tercer eslabón en proceso, y es, justamente, la discusión sobre “lo que merece ser recordado”. Quizá el 2023 pueda alojarlo en escena.
La potencia que identifica a las danzas rionegrinas es la juventud, a veces con cierto romanticismo veo el deseo que en ellos produce encontrarse con la escena y, en mi rol docente, cuando ven lo que sus maestros están y han estado haciendo. Involucrarlos en el debate sobre la Historia ha sido un gestor de nuevas piezas escénicas. Sin embargo, es necesario aclarar que esta mirada solo responde al espacio que habito, sería hasta inoportuno generalizar. Hay muchas danzas sucediendo en territorios diversos, y vivirlas en red es el gesto vital más contundente en que podemos pensar. El resto, son meros recortes. Es en esa red que radica el valor. Poder observar y generar herramientas para espesar esa red es nuestra tarea.
Artículos publicados (2021)
https://aridarevista.iupa.edu.ar/encuentro-por-zoom-con-merce-cunningham/
https://www.cefc.org.ar/assets/files/barda11_zoom-conmerce_p21.pdf
https://www.cefc.org.ar/assets/files/barda11_relatoria-pedagogica_p27.pdf
